Un recorrido urbano por el pueblo en torno a una temática lúdica relacionada con el órgano :

Al dejar el Moulin de Cassagnac, se invita a los visitantes a que participen en una visita de tipo “búsqueda del tesoro”, pilotada por aplicaciones interactivas por las calles de Plaisance. Una vez más, se busca crear un entretenimiento para el joven público, pero adaptado a distintas edades para no dejar de lado a la clientela adulta.

El guión se elaborará con los animadores del festival de juegos en red (Association Multi Culturelle RP Gers) que se desarrolla en Plaisance du Gers el mes de agosto de cada año. El guión de la búsqueda del tesoro resucitará a un personaje histórico de Plaisance du Gers, Louis-Alexandre Olleris, que dio su nombre al colegio, la biblioteca y una calle del pueblo. Famoso historiador del siglo XIX, fue uno de los primeros traductores de los escritos del monje Gerberto, el “Papa del Año Mil”, ¡autor del primer tratado de matemáticas para calcular las medidas de... los tubos de órganos !

Partiendo de un edificio del siglo XIX, contemporáneo de Olleris, la búsqueda del tesoro permitirá remontar hasta el Plaisance medieval, revelando poco a poco, a través del dispositivo urbano, símbolos y secretos de constructores que completarán el recorrido iniciático realizado en el Moulin.

La visita urbana sigue el objetivo de llevar a los numerosos visitantes de la “Cité de l'Orgue” a pasearse por Plaisance du Gers, en particular cerca de sus negocios locales. También permitirá acercarse al órgano-retablo de la iglesia. Este instrumento, instalado en el mismo coro de la iglesia, está dotado de grandes puertas pintadas por Daniel Ogier. Un sistema automático, accionado al introducir moneda, alumbrará las puertas en posición “cerrada”. Después de algunos minutos, el órgano se pondrá en marcha automáticamente y tocará una pieza para acompañar la apertura de las puertas, revelando la fachada del instrumento y las pinturas de este verdadero “órgano-retablo”. Es de notar que la construcción del órgano de Plaisance du Gers permitió reanudar con una tradición perdida al final del siglo XVIII. Esta creación contemporánea es, también, única en Europa.

Mientras suena el órgano, las teclas bajan y suben, los tiradores de juegos salen y entran al compás de los cambios de registración sonora. Se muestra un órgano “habitual” al público. Sin embargo, el conocimiento adquirido a lo largo de la visita de la “Cité de l'Orgue” le permite entender las tecnologías complejas que disimula la robusta caja de madera.
Al quedar abierto, el órgano de la iglesia revelará algunas claves de la búsqueda de tesoro y animará a explorar aún más las calles de Plaisance du Gers.

Sobre un territorio más amplio :

El valle del río Adour, en torno a Plaisance du Gers está provisto de nueve órganos de estéticas complementarias – del siglo XVII al siglo XXI – lo que permite desarrollar un turismo musical de Tarbes a Aire-sur-l'Adour.
Semejante situación permite poner en valor este patrimonio desconocido que constituye un potencial turístico aún sin aprovechar.